viernes, 9 de noviembre de 2012

Connecting e-people, o como vender eBooks desde la librería física


Hace unos meses recibí la invitación de una importante asociación de editores, distribuidores y libreros americanos, y con americanos me refiero a todo el continente, para que les hablara acerca de mi punto de vista del avance del mercado de los eBooks en España, USA y Latinoamérica, que son los dos ambientes que conocemos más. 

Llamé a esta ponencia, que daré en Grand Rapids (Michigan) el 15 de noviembre, Connecting e-people. Creo que uno de los secretos del éxito de las librerías en el escenario del libro digital tiene como gran desafío el poner en contacto a los lectores con las nuevas posibilidades que ofrece el eBook, el ecommerce y las nuevas tecnologías. 

Hay muchos más puntos y detalles en este tema, pero hoy quiero compartir con vosotros la experiencia de una librería que para mi es un ejemplo en el que todas aquellas que deseen entrar en el ecommerce deberían mirarse.




Librería Popular está en Albacete, y junto a su dueño Ángel, cuentan con un equipo muy comprometido con el proyecto que están llevando a cabo en esta ciudad castellano manchega.

Os dejo con el relato de Jonatán Jiménez Jiménez, responsable del área de eBooks de la librería. 

Tomad nota, este es, por lo menos, uno de los caminos a seguir.


Ebooks a los ochenta

¿Qué mueve a un señor de más de ochenta años a querer comprar eBooks?
Déjenme contarles algo antes de contestarles.

Reconozco que me sienta bastante mal que me interrumpan mientras estoy trabajando en algo. Pero hay ocasiones que lo merecen y que bien valen la pena.

Con disgusto y desgana dejo mis cosas y acudo a la llamada de auxilio de una compañera.

–Aquí hay un señor que necesita que le ayudes con los eBooks -me dice.

Mi cara de fastidio pronto se deja vencer por la inevitable media sonrisa que la mezcla de admiración y ternura me provocan cuando veo que el ‘señor’ en cuestión me triplica la edad (y, seguro, la sabiduría).

–Me han regalado esto y no se cómo meterle libros -me dispara sin contemplaciones, como el que ya se ha dado cuenta de que la vida es muy corta para perder el tiempo.

-Vamos allá -contesto con serias dudas sobre si seré capaz de hacer algo para que el hombre aproveche su nuevo BQ Cervantes 2.

No trae su ordenador, así que pocas de las obligadas tareas requeridas para comprar un eBook con Adobe DRM podré hacer en estas condiciones. Pero intento explicárselo todo lo más claramente posible.  Lo primero, Adobe Digital Editions. Le explico cómo debe descargarlo y creamos un identificador.
Luego entramos en Popularebooks.com y creamos una cuenta. Le enseño cómo localizar eBooks en la web y cómo realizar la compra. Como no lleva muy bien lo de pagar con la tarjeta de crédito o PayPal (me pide que le explique qué es), le creamos una cuenta prepago para que pueda hacer sus compras sin preocupaciones. La cantidad de dinero con la que abre su cuenta y, que además aproveche para comprarle una funda a su lector rápidamente me hace darme cuenta de que está decidido a sacarle partido. Como sé que repetir todo este proceso estando solo en casa no será fácil, le escribo en una tarjeta mi teléfono para que me llame.

A las pocas horas, recibo la llamada.

–Soy Graciano, el de los eBooks de esta mañana -me dice.

Atascado está en la página de Adobe y no me extraña, claro. Tras unos treinta minutos de conversación, algunas dudas sobre qué es el navegador y qué el escritorio y un par de desconexiones necesarias del dispositivo, El Quijote, el eBook que ha elegido para estrenar su estantería electrónica (ya dije que era un hombre sabio ¿no?) aparece en la pantalla de su dispositivo. Muy alegre me da las gracias quizá sin saber que mi alegría es mayor que la suya. Hay días que merecen la pena.

El tiempo que me mantiene al teléfono es suficiente para darme cuenta, de nuevo,  de la absurdo del DRM. Señores editores, ¿por qué hacen que para Graciano sea tan difícil comprar eBooks?

-Soy un cliente vuestro de toda la vida –me confirma.

Unos cuarenta años lleva comprándonos libros. No se preocupen, él no va a piratear sus libros. Quiere pagar por ellos. No han de temerlo. Por favor, pónganselo un poco más fácil.

Está haciendo un trabajo sobre El Quijote. ¡Toma ya! Esa es la razón de que un hombre de ochenta años me haya dado la oportunidad de acompañarlo en su primera toma de contacto con el libro electrónico. Me siento como el niño al que su abuelo llevó por primera a una librería.  Solo que en esta ocasión, yo soy el abuelo.

Una lección de vitalidad al fin y al cabo.

Largas lecturas tenga Graciano.

Después de esto no me queda otra que recomendarte que sigas a Jonatán Jiménez en Twitter y tomes nota de su gran sentido común, basado en la experiencia diaria que da el contacto con la realidad, con nuestros lectores. Otro día analizaremos varías de las cosas que plantea Jonatán para facilitar las cosas al los compradores de eBooks. Gracias @jonajimenez 

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