sábado, 6 de octubre de 2012

Reflexiones acerca de Liber 2012.



Ayer, al salir de Liber 2012, que en esta ocasión ha tenido lugar en Barcelona, me encontraba con dos buenas amigas, Arantxa Mellado y Silvia Mas, organizadoras del Liber Digital y de las ponencias que hubo a lo largo de los tres días de duración del evento.

Como se vino repitiendo a lo largo de los tres días de duración del evento, hablamos acerca de las impresiones de Liber, y como lo habíamos vivido los diferentes agentes que participamos en la feria.

Imagen que presentaba Liber el jueves a las 12:00 de la mañana 
Os dejo con varias reflexiones que comentaba en casa después de un buen café esta mañana, aunque he leído ya esta mañana cuatro o cinco blogs y todos coincidimos en muchos puestos, creo que hay que hacer una valoración doble, en lo general y particular, porque si bien está relacionado, se vive y percibe de manera diferentes

En lo General: 
- Pasillos vacíos.
- Quejas y quejas acerca de la afluencia.
- La afluencia y calidad del corner digital (ponencias) que destacó en 2011, bajo algo de nivel.
- Comentarios negativos acerca de cobrar entrada.
- Editoriales que se preguntaban si valía la pena venir para que las tres visitas que recibió en jueves por la mañana fueran de dos imprentas y servicios de maquetación e ilustración. "Pago una pasta para que vengan a ofrecerme servisios" comentaba mi buen amigo Alfonso, editor de a provincia de Barcelona.
- Muy pocos editores y libreros. Como cada año lo que estaban ahí eran los comerciales, que por otra parte no deben faltar, pero sin el apoyo de los que toman las decisiones vamos mal.
- Una feria que se ha de plantear si vale la pena seguir insistiendo en el formato que se ha hecho durante 30 años. Os dejo una reflexión de Paula Corroto acerca de esto. 


En lo Personal: 
Os recuerdo que este año Ediciones Noufront y www.produccioneditorial.com no ha puesto stand.
- Encontrarme con amigos y compañeros a los que veo un par de veces al año.
- Asistir  y aprender en ponencias que han sido muy aprovechables (otras no tanto) y que han tenido muy buen asistencia.
- Consolidar proyectos y relaciones. El contacto personal es una de las cosas que más valoro de esta feria.
- Tomar café con profesionales del sector de los que siempre aprendo, y con los que lo paso muy bien.
- Tomar la temperatura de un sector en el que la crisis va por barrios.
- Conocer nuevos proyectos más que interesantes de gente con mucha ilusión.

Ponencia por Alberto y Silvano 


Conclusión:

Liber se muere, y se muere porque año tras año no se hace nada por evitarlo (Liber Digital aparte, ya que en los dos últimos años ha sido lo que ha evitado un descalabro mayor). Con Frankfurt a un par de días distancia y con la mente en FIL, Liber no es atractivo para editores ni para compradores.

Personalmente, para mi proyecto, Liber ha sido bueno, vengo contento en lo que a nuestros proyectos se refiere, hemos firmado contratos, nuevos proyectos en América, contactos muy interesantes, y en las próximas dos semanas daré la vuelta a España para cerrar todo lo que se ha abierto.

Con Victorie Chevalier de E-Libro después de firmar el contrato de distribución para Bibliotecas.


Pero seria mediocre hacer una lectura solo en lo personal ya que si no funciona en lo general tampoco lo hará para nuestro proyecto, y en lo general esta feria tiene un futuro muy complicado y la pregunta que se ha de responder es si queremos que Liber siga existiendo (personalmente creo que sería un palo tremendo que desapareciera) y si es así ¿Cómo lo hacemos? Repitiendo lo mismo año tras año queda claro que no. 

1 comentario:

Noa Alarcón dijo...

Yo tengo una pregunta… Si es una feria del libro, ¿por qué no se da (más) protagonismo también a escritores y sobre todo lectores, que al final son los responsables finales de que los editores tengan trabajo? Quizá sería un modo de dinamizarlo. Yo creo que una especie de feria de Sant Jordi alargada, o una de Madrid pero más centrada en el mundo editorial y no tanto en la venta, dentro del mismo espacio donde editores y comerciales pudieran hacer negocio pero dejando un espacio a escritores (noveles o consagrados) que quieran acercarse a conocer cómo se hacen las cosas en la trastienda… Quizá se parecería mucho a Madrid, no sé, pero quizá dinamizaría la feria. ¿O no es cierto que incluyendo al lector, cuanto menos, en la ecuación, atraería a mucha más gente? Y POR SUPUESTO, que se olviden de cobrar entrada el próximo año (ideas de bombero)…