lunes, 17 de septiembre de 2012

Reflexiones al inicio del curso



Foto: © María López Medel 


El inicio de curso, después de un largo verano, en una casa con niños siempre es especial. A la locura inicial de la compra de materiales, actividades extraescolares y ajuste de horarios (o lo que nosotros llamamos en casa “la logística escuela”), añadimos el poder encajar los proyectos profesionales que tenemos los padres, lo que añade más piezas a nuestro Tetris particular.
Cuando se acercaba el mes de junio todo lo relacionado con la producción editorial en nuestro país cayó en picado, por lo menos la producción de nuestros clientes. Esta caída afectó a todos los sectores, aunque cabe destacar el descalabro de la producción de la universidad pública, que no sorprende dadas las decisiones de nuestro “desgobierno”.
Esta caída también afectó al resto de las editoriales, excepto a algunas de las de libros de texto, que obligadas por la premura del inicio del nuevo curso continuaban con su carrera particular.
El verano ha sido tranquilo para la producción en España, aunque no para otros países que no tienen un parón estival tan pronunciando como el nuestro; por otra parte, no deja de extrañar que este parón estival se siga produciendo en tiempos de ajustes económicos.
Lo cierto es que cuando analizábamos esta situación a lo largo del verano nos daba la sensación de que el parón era mucho más pronunciado que años anteriores, pero siempre hemos sido conscientes de que teníamos que esperar al inicio de curso para ver si era una sensación o una realidad.
Estamos a mediados de septiembre y las noticias de carácter editorial no dejan de aparecer en los medios. Desde la apertura del La Central en Callao (Madrid),  la incursión de Tusquets (o más bien Planeta) en el mundo editorial,  la apuesta de las grandes casas por los éxitos seguros de cara a la campaña de Navidad, o del crowfunding para los proyectos editoriales como salida para los nuevos escritores y editores (para ser justos, de esto último se lleva hablando meses). Además, ya han llegado las carreras por la cercanía de un cada vez más agonizante Liber (aunque me da la sensación de que las carreras vienen más bien por la cercanía de la FIL). Parece que todo esto ha hecho que algunas editoriales se pongan las pilas de nuevo y volvamos a tener montones de proyectos a inicio de curso.
Por nuestra parte, después de pensarlo en varias ocasiones a lo largo del año, hemos decidido no estar en Liber con un stand, aunque no nos perderemos la cita. Y lo hemos decidido por varios motivos:
1.     El precio de Liber cada vez es más prohibitivo para proyectos como Noufront o ProducciónEditorial.com.
2.     Casi todas las editoriales que asisten mandaran, en el mejor de los casos, a sus responsables comerciales; no irán ni los editores ni los responsables editoriales. En definitiva, no irá nadie que tenga poder de decisión en la editorial.
3.     La decisión de cobrar 30 € de entrada está echando para atrás a mucho del tejido editorial de Barcelona, más a modo de protesta que por el precio en sí. No es lógico que si Liber cada año tiene menos visitas, se ahuyente a parte de los visitantes.
4.     La gran mayoría de nuestros clientes de LATAM nos convocan en la FIL de Guadalajara. Es una pena, pero hasta los mismos editores españoles le prestan más atención a la Feria Mexicana que a Liber.
5.     Ediciones Noufront no vende más por estar en Liber, y no venderemos menos, eso seguro.
Al final, si hacemos números, tenemos que desistir después de estar en Liber siete de nuestros nueve años de historia. Una pena.

Stand de Producción Editorial en Liber 2011

Por otra parte, este inicio de curso nos ha traído nuevas posibilidades de crecimiento, aunque todas al otro lado del Atlántico. Y aunque agradecidos por ellas, nos apena ver cómo poco a poco en nuestro país el pesimismo está contagiando a propios y extraños, y que en vez de buscar soluciones nos quejamos y contagiamos de pesimismo a todos y cada uno de los que nos rodean.
Este es nuestro inicio de curso, un inicio con muchas ilusiones y proyectos, pero también con una buena carga de realismo ante todo lo que queda por delante. Lo que parece claro es que cada vez más nos tocará saltar el charco para seguir creciendo, o simplemente para hacer viable nuestro proyecto, y después apostar por nuestro país todo lo que nos permitan. Con la misma ilusión y con más fuerza cada día.


No hay comentarios: