lunes, 20 de diciembre de 2010

Agradecido o desagradecido, esa es la cuestión.

Viajo dirección a Madrid en el AVE para mantener las ultimas reuniones del año. En suerte me ha tocado uno de estos espacios que cuatro viajeros compartimos una mesa, y resulta que mis tres compañeros de viaje son a su vez compañeros en una multinacional farmacéutica.
Don hombres y una mujer visitadores médicos y vendedores de medicamentos. Todos ellos con sus iphones de empresa, portátiles de ultima generación y por lo que he captado en la conversación no son precisamente mileuristas. Tengo dos opciones en este momento, o ponerme los auriculares o seguir escuchando como critican a sus compañeros y a la empresa para la que trabajan.
Criticar a tus compañeros o a la empresa para la que trabajas demuestra muy poco sentido de pertenencia, te delata comommal compañero y muy poco agradecido por tener un gran trabajo (ahora hablan del coche que les ha puesto la empresa...) en estos momentos en los que todos deberíamos estar agradecidos por nuestros trabajos.
Es cierto que hay trabajos en losmque estar agradecido es complicado, pero el agradecimiento es mas que un sentimiento momentáneo, una filosofía de vida.
Personalmente estoy agradecido por un montón de cosas, creo que por todo lo que vivo, lo que tengo, y desde luego que por mi familia y mi trabajo.
Si vivimos agradecidos somos mas felices, mas conscientes de lo tenemos, menos egoístas, mas solidarios. Si no somos agradecidos creemos que todo lo logrado es por nuestros méritos y solo por eso, y eso es un error de planteamiento y de realidad.
Yo doy gracias por lo que tengo, por lo que soy, ¿Lo haces tu?
Abrazos y hasta pronto

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